Analiza la partitura de una canción y marca las frases musicales. Practica cantar cada frase por separado, prestando atención a la respiración y la articulación de las palabras.

Desglosa la partitura de una canción en secciones (verso, estribillo, puente, etc.). Practica cantar cada sección por separado, prestando atención a los cambios de tono y ritmo.

Elige una canción con cambios de tempo y practica cantarla, prestando atención a la capacidad de adaptarte a los cambios de velocidad.

Analiza la partitura de una canción y marca las notas más altas y más bajas. Practica cantar esas notas, trabajando en tu rango vocal y en la técnica para alcanzarlas con facilidad.

Elige una canción con cambios de dinámica (cambios de volumen) y practica cantarla, prestando atención a la capacidad de controlar tu voz y adaptarte a los cambios de intensidad.

Analiza la partitura de una canción y marca las notas sostenidas (notas largas). Practica cantar esas notas, trabajando en tu capacidad de mantener una buena técnica vocal y controlar la respiración durante períodos prolongados.

Elige una canción con cambios de registro vocal (de voz de pecho a voz de cabeza, por ejemplo) y practica cantarla, prestando atención a la transición suave entre los registros y la técnica vocal necesaria para cada uno.

Analiza la partitura de una canción y marca los cambios de tonalidad. Practica cantar la canción, prestando atención a la capacidad de adaptarte a los cambios de tono y mantener una buena afinación.

Elige una canción con cambios de estilo (por ejemplo, de balada a rock) y practica cantarla, prestando atención a la capacidad de adaptarte al estilo musical y transmitir las emociones adecuadas.

Analiza la partitura de una canción y marca los pasajes melódicos difíciles. Practica cantar esos pasajes, trabajando en tu técnica vocal y en la precisión de las notas.