Contaminación del aire: La contaminación del aire se debe principalmente a los gases de efecto invernadero emitidos por los combustibles fósiles, como el dióxido de carbono, el óxido de nitrógeno, los compuestos orgánicos volátiles y los aerosoles. Estas partículas tóxicas influyen directamente en la calidad del aire y contribuyen a los brotes de enfermedades relacionadas con el aire.

Cambio climático: El cambio climático se debe a un aumento de las temperaturas de la Tierra causado principalmente por el dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero. Estos gases se emiten principalmente a través del uso y quema de combustibles fósiles. El calentamiento climático conlleva cambios en la temperatura, precipitación y patrones de vientos, junto con un descenso del nivel del mar.

Degradación de los recursos naturales: La degradación de los recursos naturales ocurre cuando se explotan los recursos naturales para usos industriales o domésticos sin tener en cuenta sus propias restricciones o el impacto en el medio ambiente. Esto se ve raramente en formas como la tala de bosques para madera o agua, o la pesca excesiva. Esta degradación también causa una extinción acelerada de la vida silvestre y la pérdida de hábitats.

Contaminación del agua: La contaminación del agua es uno de los problemas más graves con los que nos enfrentamos. Se debe principalmente a los desechos domésticos y desechos industriales, como pesticidas y productos químicos. Estos contaminantes afectan la salud al reducir la calidad del agua y los recursos vivos disponibles en los océanos y los lagos.

Residuos sólidos: Los desechos sólidos son uno de los principales contaminantes de la Tierra. Estos desechos son los resultados de materiales no biodegradables como plásticos, metales y otros residuos industriales. Estos residuos se acumulan en el suelo, lo que afecta la calidad del aire y el agua, y también afectan la vegetación y la fauna.