La gestión para la ciudad sostenible es una de las nuevas funciones urbanas que se están implementando en muchas ciudades alrededor del mundo. Estas funciones se centran en promover un desarrollo urbano que sea respetuoso con el medio ambiente, socialmente inclusivo y económicamente viable.

Una de las principales características de la gestión para la ciudad sostenible es la promoción de la eficiencia energética y el uso de energías renovables. Esto implica la implementación de políticas y medidas que fomenten la reducción del consumo de energía y la utilización de fuentes de energía limpias y renovables, como la energía solar o eólica.

Otra función importante es la promoción de la movilidad sostenible. Esto implica la implementación de políticas y medidas que fomenten el uso de medios de transporte más limpios y eficientes, como el transporte público, la bicicleta o los vehículos eléctricos. Además, se busca reducir la dependencia del automóvil y fomentar el uso de modos de transporte más sostenibles.

La gestión para la ciudad sostenible también implica la promoción de la economía circular. Esto implica la implementación de políticas y medidas que fomenten la reducción, reutilización y reciclaje de los recursos, así como la promoción de la producción y consumo responsables. Se busca minimizar la generación de residuos y promover la utilización de materiales y recursos renovables.

Además, la gestión para la ciudad sostenible también se centra en promover la inclusión social y la equidad. Esto implica la implementación de políticas y medidas que garanticen el acceso equitativo a los servicios básicos, como la vivienda, el agua potable, la educación y la salud. También se busca promover la participación ciudadana y la colaboración entre los diferentes actores de la ciudad, como los gobiernos locales, las empresas y la sociedad civil.

En resumen, la gestión para la ciudad sostenible implica la implementación de políticas y medidas que promuevan un desarrollo urbano respetuoso con el medio ambiente, socialmente inclusivo y económicamente viable. Estas nuevas funciones urbanas son fundamentales para garantizar un futuro sostenible para las ciudades y sus habitantes.