La técnica AIDA es un acrónimo que se utiliza en marketing y publicidad para describir el proceso de persuasión de un cliente potencial. AIDA significa:
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Atención: captar la atención del cliente potencial mediante un titular llamativo, un anuncio visualmente atractivo o cualquier otro elemento que llame la atención.
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Interés: una vez que se ha captado la atención del cliente potencial, es importante despertar su interés en el producto o servicio. Esto se puede lograr destacando los beneficios, características únicas o soluciones que ofrece el producto.
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Deseo: una vez que el cliente potencial está interesado en el producto o servicio, es necesario crear un deseo de poseerlo. Esto se puede lograr mostrando testimonios de clientes satisfechos, demostraciones del producto o resaltando las ventajas competitivas.
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Acción: finalmente, se debe guiar al cliente potencial a tomar una acción, como realizar una compra, suscribirse a un servicio o solicitar más información. Esto se puede lograr mediante llamadas a la acción claras y convincentes.
La técnica AIDA es ampliamente utilizada en la publicidad y el marketing, ya que proporciona un marco efectivo para persuadir a los clientes potenciales y convertirlos en clientes reales.
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